Aparece un efecto llamado “flacidez” que es la disminución del tono y literalmente el aflojamiento de la piel. Conforme se va engordando, la piel también se va estirando para irse adaptando al nuevo cuerpo. Ahora, cuando se recurre a dietas extremas para reducir el peso de forma muy rápida, se pierde grasa, pero no piel; es por ello, que la piel se queda estirada produciendo la susodicha “flacidez”.
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¿Qué hacer?
• Si se propone bajar de peso con dieta, hágalo, pero primero asesórese con un nutricionista.
• En segundo lugar, toda dieta debe ir acompañada de ejercicio, esto con la finalidad de evitar la flacidez. El ejercicio sirve para tonificar la piel. Haga pesas, abdominales, sentadillas, subir y bajar la escalera…
• Finalmente, si pudiera usar algunas cremas y productos a base de colágeno y elastina que revitalizan los tejidos de tu cuerpo o cremas reductoras, sería una gran ayuda.
Algo más:
• Tome de 1.5 a 2 litros de agua simple al día.
• Procure que su alimentación sea rica en betacarotenos (frutas y verduras de color amarillo, naranja o rojo).
• Siempre haga ejercicio.
• Use cremas humectantes e hidratantes.
• Coma de forma sana (especialmente alimentos ricos en vitamina C, E, así como selenio y zinc) y evite el exceso de grasa.
• No fume, pues este nocivo hábito perjudica la salud de la piel.