Por nuestro deseo de vernos bien y bajar kilos de más o tratar de mantenernos en el peso ideal, muchas veces castigamos nuestro cuerpo suprimiéndole alimentos, pensando que así vamos a lograr nuestro objetivo. Y la verdad es que parece que si funciona, pero lo que muchas veces no tomamos en cuenta es que a mediano o largo plazo los efectos son los contrarios a perder peso.
Si dejas de cenar o de desayunar o te saltas comidas:
• Pero con el tiempo se recupera (comienzas a engordar) y es más difícil perderlo, de veras a veces es muy, pero muy difícil deshacerse de esos kilos de más.
• Tu metabolismo se vuelve lento, por lo que quemar calorías es más difícil.
• Puedes generar problemas en tu organismo como defensas bajas, cansancio, sueño, problemas con la piel, problemas con tu cabello, problemas con tu sistema digestivo…etc.
Tengo hambre pero no quiero cenar y no quiero engordar
No es bueno saltarse alguna comida, ni comer a deshoras, como por ejemplo, desayunar hasta las 11 de la mañana o al medio día, o como algunos “orgullosamente” dicen: estoy desayunando y comiendo al mismo tiempo.
¿Qué hacer? Tengo hambre que como para no engordar
• Come tus tres comidas (desayuno, comida y cena) más dos entrecomidas. Procura que sean comidas ligeras.
• Cena ligeramente, pero no dejes de cenar. Sencillamente que sea ligero y esa es la clave.
• No saltarse las comidas y hacerlo en sus horarios hace que nuestro metabolismo se mantenga en ritmo quemando las calorías de forma más eficiente.
• No hagas caso a consejos de personas mal informadas y que en apariencia a ellos les funciona no cenar, tampoco a páginas web con ideologías dañinas para la salud, busca información fidedigna y que venga de sitios dedicados a promover la salud.
Si tienes hambre pero no quieres engordar, no dejes de cenar, sino más bien cena algo ligero.