A los lípidos o grasas se les atribuyen todos los males que aquejan a los seres humanos, por lo menos desde hace varias décadas cuando aún no se sabía a ciencia cierta como funcionaba el metabolismo del ser humano.
Los tipos de grasas:
Si bien es común clasificar a los lípidos, o cuerpos grasos, como de origen animal o vegetal para las finalidades que nos ocupan es mejor hacerlo según tengan una función química en el cuerpo.
•Grasas saturadas: Así tenemos que en primer lugar están los ácidos grasos saturados, que se encuentran en alimentos cárnicos, en toda clase de embutidos (salchichas, jamones, chorizos, etc.) Lo mismo que en la leche y los quesos, la mantequilla y la crema, entre otros.
•Grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas: Por otra parte tenemos a los monoinsaturados y a los poliinsaturados que son grasas que se conservan liquidas al medio ambiente como el aceite de oliva y el de girasol, aunque por medio de un proceso de hidrogenación se puedan endurecer para hacer margarinas.
•Grasas insaturadas: Por último existen las grasas insaturadas que son el tipo del que tienen los pescados.
La grasa es mala o buena: ¿sirven o no?
• Claro que las grasas sirven y mucho, son indispensables porque proporcionan las reservas de energía del cuerpo, que son aprovechadas al transformarlas en glucosa, sin embargo también son importantes para la formación de membranas en el cuerpo y en las células; sin ellas los tejidos no son posibles y parte importante del sistema nervioso, a su vez permiten la fabricación de hormonas y de las sales biliares.
• Normalmente se encuentran asociadas a las vitaminas A, D, E y K, y son solubles en grasas. Además de todo lo anterior, son la fuente única de los ácidos esenciales como el ácido linoleico y el alfa-linoleico, sirviendo los lípidos como preventivos de males cardiovasculares.