Solo es cuestión de querer para mejorar y tener unas piernas envidiables, suaves y tersas como la seda. Aquí te decimos como.
Hidrata tus piernas:
• Te recomiendo que empieces por algo tan básico como es la hidratación.
• El frio reseca tu piel, que también se descama y pierde brillo en cuanto llega el buen tiempo.
• La solución: hidratación y mucha agua.
o Las cremas nutritivas dan suavidad y brillo a tus piernas, aportando activos drenantes e hidratantes.
o Después de la ducha, aplícate alguna crema hidratante desde los pies y tobillos hasta los glúteos.
o Hazlo mediante movimientos circulares hasta que el producto se absorba por completo.
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Exfolia tus piernas:
• Debes tener en cuenta también que la acumulación de células muertas es, a menudo, la responsable de que tu piel este áspera y rugosa.
• Así que esta época es ideal para empezar a cuidarte y prepararte para el verano.
• Te recomiendo que exfolies la piel de tus piernas una vez por semana.
o Aplica el exfoliante sobre la piel húmeda, recién duchada, con un masaje circular y ascendente, e insiste en las zonas rugosas, como rodillas y tobillos.
o Aparte de dejar la piel tersa, suave y elástica, conseguirás que tu bronceado sea más uniforme y duradero.
Protege tus piernas del sol:
• Una piel blanca no resulta atractiva en verano, pero si el sol es tu peor enemigo, debido a problemas de circulación o de piel, prueba con los autobronceadores.
o Utilízalos a diario hasta conseguir el tono deseado y luego cada 2 a 3 días.
o Asimismo, hay productos específicos a tu alcance para piernas que, edemas de proporcionar color, moldean y protegen del sol.