A pesar de que el ictus se presenta de forma inesperada, no es fruto de la casualidad ni de la mala suerte. Existen una serie de factores de riesgo que inciden en su precipitación. Por eso es fundamental que conozcas aquellos hábitos y dolencias que están en su origen y que, además, son bastante comunes en la población.
• El ictus se puede prevenir en gran medida porque los factores de riesgo son controlables y modificables.Prevención de infarto cerebral
Trata de evitar el estrés:
• El estrés es un elemento que ayuda a la aparición de la enfermedad, pero su peso es menor que el de otros trastornos como la hipertensión arterial, la obesidad o el consumo de tabaco.
• De igual forma se sabe que el estrés interviene en otro tipo de accidentes vasculares como el infarto de miocardio.
• Es necesario aprender a tomar las cosas con tranquilidad, además de que te hace sentir más feliz, así conseguirás que estés mucho más sano.
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Mantén la presión arterial dentro de los límites normales:
• Es importante mantener la presión arterial dentro de límites normales: 14 de máxima sistólica y 8,5 de mínima diastólica.
• Lo primero para lograrlo es conocer cuál es nuestra presión arterial. A partir de los 40 años es necesario tomársela de forma periódica con el fin de descubrir una posible hipertensión. Si esto fuera así, el médico de atención primaria establecerá pautas nutricionales y un plan de ejercicio físico para intentar que se mantenga en niveles saludables.
• Como sabrás, es la sal el factor dietético que tiene mayor influencia en el desarrollo de la hipertensión. Consumir buenas dosis de vegetales y frutas le ayudará a mantener la tensión a raya, ya que estos alimentos rebajan las tasas de homocisteína, una sustancia asociada a la enfermedad. Hay trabajos que revelan que después de tres meses de ingerir una dieta rica en verduras y baja en carnes, la presión arterial puede reducirse hasta un 10 por ciento. Si a ello sumamos ejercicio moderado, pero practicado de forma regular, la dolencia puede controlarse más fácilmente. En caso de no suceder así, el médico puede prescribir un tratamiento farmacológico adecuado para intentar bajarla.
Realiza ejercicio y mantén tu peso:
• Se trata de dos medidas preventivas del ictus, también de un sinfín de enfermedades.
• Realizar ejercicio de forma regular y moderada es una salvaguarda del bienestar del organismo. Hay que evitar una vida sedentaria, y caminar o hacer bicicleta, al menos, tres veces por semana, las razones, el cuerpo estará más activo y tonificado, y será más fácil controlar otros factores de riesgo como la hipertensión y las cifras elevadas de colesterol LDL. La inactividad, por contra, disminuye el colesterol "bueno" o HDL y favorece la obesidad. Esta Última se relaciona directamente con la diabetes tipo 2, otra dolencia que influye en el desarrollo del ictus. Las actividades físicas como correr reducen las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares e ictus un 63 por ciento.
• Una alimentación sana y equilibrada, adecuada al gasto energético diario y combinada con una actividad física suave pero regular actuaran como un buen seguro frente a la enfermedad.
Nada de tabaco y poco alcohol:
• Dejar de fumar es lo mejor que se puede hacer. Cuando se fuma, no sólo sufre el aparato respiratorio, se incrementan las posibilidades de padecer cáncer de pulmón, bronquitis crónica, enfisema pulmonar, sino que todo el organismo vive una agresión constante.
• El tabaco acelera el deterioro de las arterias, aumenta el riesgo de que se formen trombos en las venas y eleva la presión arterial. Así las cosas, no es extraño que se encuentre entre los factores de riesgo que pueden dar lugar a un ictus. También, incrementa el riesgo de sufrir aneurismas y de que se rompan los vasos sanguíneos, dando lugar a una hemorragia cerebral. La buena noticia es que si se abandona el tabaco, pasados tan solo cinco años, las posibilidades de padecer un infarto cerebral se equiparan a las de una persona que no haya fumado en su vida.
• Respecto al alcohol, "lo que perjudica es el consumo excesivo". Beber un vaso de vino o una cerveza en las comidas no resulta perjudicial para una persona sana; al contrario, previene las enfermedades cardiovasculares y, por su poder antioxidativo gracias a su contenido en taninos, protege frente al deterioro de las células del organismo. No olvides que esto es así cuando no existan dolencias que contraindiquen su ingesta y siempre que limites al consumo a dos vasitos como máximo el día.
Colesterol y diabetes: un dúo peligroso
• Estas dos enfermedades también tienen un peso notable en la aparición del infarto cerebral. Se debe evitar los alimentos ricos en grasas, optar por la dieta mediterránea y, si se padece diabetes, controlarla. Un estudio asegura que la llamada prueba CRP (proteína C reactiva), combinada con un test que mide el colesterol "malo", puede predecir el riesgo de ictus. La inflamación contribuye al desarrollo de coágulos de grasa en las arterias, y la prueba CRP permite conocer si existe tal inflamación. Actualmente, una vacuna interfiere en la inflamación de los vasos sanguíneos de tal forma que se podría reducir la gravedad de algunos ictus. El colesterol LDL ("malo"), si sus cifras son excesivas, se acumula en las venas y en las arterias, obstruyendo el paso de la sangre y propiciando no solo la parición de un accidente cerebrovascular, también del temido infarto de miocardio.
• La diabetes tipo 2 surge en la edad adulta, se basa en una resistencia a la insulina y suele estar asociada a la obesidad. Esta patología aparece cuando los niveles de glucosa en sangre sobrepasan los120 mg/dl y actúa como un factor de riesgo del infarto cerebral porque progresivamente se van dañando las arterias. Hasta un 20 por ciento de las personas que han sufrido un ictus son diabéticos. Algunos trabajos recientes también hablan de que los triglicéridos altos pueden incidir en la aparición del ictus. El riesgo se eleva aunque las cifras del colesterol se encuentren en niveles normales.
Controla las arritmias:
• Cuando se sufre alguna alteración cardiaca, sobre todo arritmias, es básico tratarlas. Es importante cuidarse problemas vasculares como los que afectan a las piernas.
• Las arritmias traducen en una fibrilación auricular, de tal forma que el corazón se contrae de manera defectuosa, impulsando la sangre incorrectamente, situación que puede generar coágulos, que se desplazan al cerebro, obstruyen alguna arteria y provocan el infarto cerebral.
• Ciertas patologías cardiacas, como los infartos de miocardio o problemas en las válvulas del corazón, generan el mismo tipo de coágulos y también elevan notablemente el riesgo de ictus.