Invertir de tres a cuico minutos diarios en nuestra boca es la mejor manera de conservar una buena salud dental o una buena dentadura.

Cepillarse los dientes es la única medida para luchar contra la caries.

Higiene dental:

Hay que hacerlo tres veces al día, siempre después de las comidas principales.

1. El cepillo debe ser de nylon blando y con cerdas redondeadas para que no arañe el esmalte. No conviene utilizar cepillos de cerdas naturales, ya que son más irregulares y pueden retener bacterias.

Después de usar el cepillo hay que lavarlo muy bien con agua para eliminar los restos de dentífrico, placa bacteriana y alimentos.

También es conveniente secarlo, ya que la humedad es el ambiente ideal para que se desarrollen algunos microorganismos.

2. No es necesario utilizar dentífrico, ya que lo importante es la acción del cepillado, que es lo que de verdad limpia la dentadura.


Si se usa pasta de dientes, basta con aplicar una cantidad equivalente a un guisante, y conviene que ayude a eliminar la placa bacteriana, que contenga flúor para prevenir las caries y que no sea muy abrasiva, ya que puede llegar a desgastar el esmalte de los dientes.

3. También el uso del hilo dental resulta muy útil para retirar los restos de comida que se quedan entre las piezas dentales.


Para ello, se enrolla un trozo de hilo de 40 centímetros en los dedos corazón de ambas manos, dejando una porción de pocos centímetros que se maneja con los dedos índices y pulgares para limpiar la superficie de los dientes.


Hay que tener en cuenta que después es preciso cepillarse para eliminar los restos de placa o alimento.


4. Es aconsejable emplear métodos como los lavados bucales y las gárgaras para una buena limpieza.