Los efectos provocados por la ingesta accidental de mercurio pueden ir de leves a devastadores.
Algunos síntomas tras haber ingerido mercurio:
• Discapacidad sensorial (visión, audición, habla).
• Sensación alterada.
• Falta de coordinación.
• Sabor metálico.
• Vómitos.
• Dificultad respiratoria.
• Tos fuerte.
• Encías inflamadas y sangrantes.
• Ardor en el estómago y en la garganta.
• Diarrea y vómitos con sangre.
• Entumecimiento o dolor en ciertas partes de la piel.
• Estremecimiento o temblor incontrolable.
• Incapacidad para caminar bien.
• Ceguera y visión doble.
• Ingerir agua con mercurio causa problemas con la memoria.
• Convulsiones y muerte (con grandes exposiciones).
Algunas de las consecuencias por ingerir mercurio:
• Daños en cerebro, riñones y pulmones.
• Acrodinia o enfermedad rosada.
• Síndrome de Hunter-Russell.
• Enfermedad de Minamata.
• Daño pulmonar permanente y la muerte.