La vigorexia supone una alteración de la percepción que uno tiene de sí mismo. Las personas afectadas por esta enfermedad, presentan una preocupación y ansiedad exacerbadas por cualquier anomalía o defecto de su físico. Ya sea exagerando la realidad o, lo que es aún más preocupante, inventado una.


Una persona con vigorexia focaliza su vida en aumentar y desarrollar su masa muscular. Habitualmente, esta obsesión conduce a pasar largas jornadas en una sala de musculación y, lo que es más grave de cara a su salud, reducir su dieta atitánicas ingestas de hidratos de carbono y proteínas, eliminando todo rastro de grasas de sus comidas.

¿Qué efectos secundarios tiene la vigorexia?

Los efectos secundarios de la vigorexia son muchos, y abarcan un amplio espectro en la vida del paciente.

• En cuanto a su carácter, son personas reservadas, de baja autoestima y poca sociabilidad.

     » Se sienten excluidos o rechazados, añadiendo más inseguridad y ansiedad a su enfermedad.

     » En casos avanzados, estos rasgos se acrecientan llegando a generar rasgos narcisistas, conductas obsesivas compulsivas e hipocondría.

• Físicamente, el desorden alimenticio provoca importantes fallos metabólicos en el organismo, pudiendo desembocar en mareos, dolores de cabeza o taquicardias, y, en casos extremos, la muerte por atrofia del músculo cardiaco.


Para la vigorexia, la ciencia no ha encontrado aún mejor remedio que el tratamiento psicológico, enfatizando en su autoestima y percepción de la realidad.

Y es que la afectación crea al paciente un mundo imaginario, una ilusión en la que él ve y siente cosas que no se asemejan a la realidad, por lo tanto, sólo en su mente está la llave para dejar de vivir una mentira, la cual conduce, desgraciadamente, a una vida de autodestrucción.