El juego de azar representa un constante reto a la suerte y a situaciones de alto riesgo. Y ¿por qué son malos los juegos de azar? Porque desde la perspectiva emocional consiste en ganarle a las probabilidades que están en contra.
Es constructivo: | Es destructivo: |
Es sano cuando existe control y placer al jugar, el sujeto se divierte y adquiere control sobre la realidad. | Es enfermizo cuando lo emplea para salir de su propia frustración o para manejar la realidad que le es adversa. Así como superar crisis económicas o emocionales. |
El juego sano no implica sufrimiento y dolor emocional. | En cambio, el patológico si implica un sufrimiento emocional (angustia); los sujetos se sienten omnipotentes, de inmediato ven con gran desesperación que no pueden controlar el futuro, es un sentimiento de que no son tan poderosos como creían. |
Es sano cuando lleva a los individuos a conducirse libremente, mientras que es una enfermedad cuando se pierde esa capacidad. | Esto implica que si no se está en la situación de juego, aparecen síntomas que los llevan a que constantemente estén angustiados, algunos trastornos físicos, orgánicos y del estado de ánimo; sufren por no poder jugar. |

¿Cómo se si tengo problemas con los juegos de azar?
• Si tienen una frecuente y creciente preocupación por el juego.
• Si posee una gran tendencia a conseguir dinero para seguir jugando.
• Si juega por un periodo mayor de tiempo de lo previsto.
• Si incrementa el volumen de las apuestas o las frecuencias de las mismas.
• Si tiene intranquilidad e irritabilidad al no poder jugar.
• Si posee repetidos fracasos para tratar de dejar el juego o reducir su asistencia a él.
• Si tiene pérdidas grandes debidas al juego e intentos por resarcirlas y superarlas.
• Si aumenta la conducta de juego ante dificultades psicológicas y sociales.
• Si sacrifica obligaciones familiares, sociales y ocupacionales por causa del juego.