Se come de todo, variado y con frecuencia, pero en pocas cantidades. Esta dieta es equilibrada, no provoca carencias nutricionales ni vitamínicas.
¿En qué consiste la dieta inteligente?
• En una reducción de calorías que permite incluir todo tipo de comidas, sin disociar ni prohibir. Se recortan de 500 a 1.000 calorías por jornada del gasto energético, según cada persona.
• Los alimentos pueden distribuirse mediante un sistema de intercambios (cada uno equivale a 10 gramos de proteínas, grasas, o carbohidratos), en el que la persona puede elegir entre distintas opciones para confeccionar su menú.
• De igual forma se puede emplear un sistema de raciones, que incluye una cantidad fija de determinados alimentos que se deben ingerir sin intercambiarlos por otros.
• Puede hacerla cualquier persona, pero conviene que este asesorada por un especialista que explique cómo hacerla, vigile que no se caiga en vicios o la corrija de acuerdo a la evaluación del peso.
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¿Funciona la dieta inteligente?
• Depende de que se cumpla bien.
• Aunque en las primeras semanas se notan menos sus efectos, se pierde peso de forma progresiva y a medio plazo.
• Fomenta la pérdida de grasa, que tarda mucho más en eliminarse que el agua, pero que garantiza después una recuperación de peso más lenta.
Ventajas de la dieta inteligente:
• Ayuda a que el propio paciente controle lo que ingiere, al obligarle a elegir entre distintas opciones.
• Aporta consejos prácticos para la compra de los alimentos, recetas bajos en calorías. Y derriba muchos mitos sobre el adelgazamiento.
• Ayuda a mantener el peso perdido.
Desventajas de la dieta inteligente:
• Requiere un período de aprendizaje para que la persona se haga con ciertos conocimientos mínimos de dietética: intercambiar alimentos, conocer los nutrientes, calcular raciones, dominar técnicas de cocinar.