El termino smog, formado por contracción de dos palabras inglesas: smoke (humo) y fog (niebla) designa la atmósfera contaminada con niebla tóxica de las ciudades muy populosas y con los gases de las fábricas de los grandes centros industriales:

• El problema del smog se ha presentado, en forma cada vez más crítica, en todos los grandes centros urbanos del mundo, de manera que afecta a una buena parte de la humanidad.

• La atmósfera en estado de pureza contiene el 77 por ciento de nitrógeno y el 23 por ciento de oxígeno, con cantidades mínimas de otros gases. Cuando pasan a formar parte de la atmósfera los productos de la combustión de las fábricas, de los motores de automóviles, los polvos, los gases y ácidos industriales de desecho y el polvo de los caminos, entonces queda contaminado el aire que todos respiramos.

• En una zona altamente industrializada, los productos de combustión y de desecho se descargan íntegramente en la atmósfera. Por regla general, esas zonas se encuentran dentro de las grandes ciudades o bien, en las regiones de la periferia, cerca de la ciudad y, en consecuencia, todos los productos de la combustión de fábricas y máquinas se suman a los productos de la combustión de los motores de los automóviles que circulan por millares en las calles de la misma, de suerte que la contaminación es mayor y afecta a toda la población que vive en esa ciudad.

• Los productos de la combustión, que salen por las chimeneas de las fábricas y los escapes de los automóviles, contienen humo, o sea una mezcla de anhídrido carbónico, anhídrido sulfuroso y monóxido de carbono. Este último es el más abundante entre unos 150 compuestos químicos identificados en los gases de escape de los automóviles. El monóxido de carbono es invisible, no produce irritación y, sin embargo, es uno de los gases más venenosos que conoce el Hombre.

• Los habitantes de las ciudades respiran 5 veces más anhídrido sulfuroso, 10 veces más anhídrido carbónico y 23 veces más monóxido de carbono, que los habitantes del campo. Esta atmósfera contaminada contribuye a la desintegración de la ropa, polilla, la corrosión de los metales y las piedras, daña la madera, pero sobre todo afecta a la salud (irritación de los ojos y el aparato respiratorio, tos, puede agravar las afecciones del corazón y de los pulmones), ya que todos los integrantes de la población urbana están obligados a respirar constantemente materias tóxicas para su organismo.

• La supresión de los productos de desecho, del humo y del polvo en las fábricas, algunas veces se verifica eléctricamente. Después de una limpieza mecánica previa, el humo pasa entre platillos electrizados que atraen las partículas sólidas. De esta manera se pueden recuperar muchos productos de gran valor comercial. Pero lo más importante es que, al menos en parte se puede así evitar la contaminación del aire de las ciudades por el gran número de partículas nocivas.

• La eliminación del polvo y del humo compensa ampliamente, en muchos casos los gastos de instalación de los aparatos.