Poder pensar tranquilamente, asimismo descansar la mente y mantenerla relajada, el silencio puede ser un buen aliciente para concentrarse en una tarea que requiera mucha atención, cosa contraria con el ruido que es capaz de alterar la paz interior, un poco de música de fondo puede funcionar, pero nada más, la estridencia no funciona.
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El ruido como factor de tensión
Los ruidos estridentes son molestos para cualquier persona, más aun para aquellas que sufren de los nervios, si se tratan de ruidos ligeros (sonidos de campanas a lo lejos, trinar de las aves, etc.) pueden ser tolerables, si suben de intensidad (una licuadora funcionando, un camión arrancando, una bocina tocando música, etc.) es cuando se empieza a notar en el ánimo, pero al oír ruidos fuertes (un avión aterrizando, un baile popular nocturno, etc.) es cuando la tolerancia da paso a la franca molestia.
"El silencio puede ser un buen aliciente para concentrarse en una tarea que requiera mucha atención, cosa contraria con el ruido que es capaz de alterar la paz interior…"
Algunos beneficios de reducir el ruido manteniéndolo a raya:
- Al alejarse de la fuente de ruido se siente tranquilidad.
- Al pedir la reducción del ruido causa satisfacción descansar de lo que molestaba auditivamente.
- La mente se relaja y vuelve a concentrarse para realizar su actividad intelectual de manera lucida.
Combatiendo el ruido
La contaminación sónica es difícil de combatir porque es incorpórea, inmaterial y se mete por todos lados, pero a la vez se puede combatir. Métodos para combatir el ruido:
- Se identifica la fuente de sonido y si esta en las manos de uno simplemente se baja el volumen (tv, música…) y si es externo, solicitar bajar la intensidad del ruido.
- Evitar usar el automóvil si no es tan necesario.
- Y en casos que no es posible hacer mucho, existen los tapones para oídos, el derecho al silencio es básico.