Jugar es parte de la vida, en especial, parte de los primeros años de nuestra existencia. Jugamos con nuestros hermanos, primos, vecinos, amigos, conocidos, con nuestros padres, tíos, con los niños... etc. Los juegos suelen ser muy variados, como pueden ser las correteadas, las escondidillas, jugar a las muñecas o a la comidita (en las niñas), a la guerra o las luchas (en los niños), también a la patineta, el monopatín o la bicicleta, o jugar algún deporte como el futbol o el basquetbol…etc. por supuesto que aquí nos estamos refiriendo a juegos donde usamos nuestra imaginación, intelecto y nuestro esfuerzo físico, no a videojuegos.
Debemos de tener cuidado y observar a nuestros hijos en sus juegos, ya que en algunos juegos pueden tener pequeños incidentes o en algunos otros problemas graves. Un ejemplo de ello es jugar en la calle.
¿Por qué es peligroso jugar en las vías públicas? Riesgos de jugar en la vía pública

• Puede ser secuestrado y jamás regresar en el peor de los casos.
• Los niños no deben jugar en la calle porque se pueden tropezar y golpearse en la banqueta o una cerca…
• Puede causar algún accidente o daño a un tercero, como por ejemplo darle un pelotazo a un transeúnte y que este se moleste y se lleve el balón o romper el clásico vidrio de una ventana.
En estos tiempos, lo mejor será tratar de evitar jugar en la calle y buscar alternativas, como ir al parque más cercano, todo esto en caso de niños y preadolescentes.
En los jóvenes regularmente salir a jugar a la calle, en muchos casos, les sirve para aprender malos hábitos, pues ahí se inician en las drogas, el alcohol, el tabaco, la vagancia y en el peor de los casos a robar. Todo depende del tipo de “amigos” que se busquen.
Se aconseja a los padres estar más atentos con las actividades que hacen sus hijos.