Una persona que no puede olvidar, sea una circunstancia, un hecho o cualquier otra cosa, se hace un excelente receptor para que la amargura y el resentimiento echen raíces en su vida. Y esta situación va afectar en sus decisiones, emociones, sentimientos y prácticamente en todos los objetivos de su vida.
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Consecuencias de no olvidar el pasado:
•Odio. Hacia los demás y hacia mí mismo.
•Resentimiento. Mantener un coraje reprimido que afecta nuestros pensamientos y recuerdos.
•Malestar. Al recordar ese hecho nos pone de malas conmigo mismo y con los demás.

• Vicios (alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, prostitución…).
•Deseo de venganza. No precisamente en contra de quien lo haya hecho, sino de todo aquello que me haga recordar ese pasado o se asemeje en circunstancias.
•Autodestrucción. No quererse y hacer lo que me venga en gana, no importando que las consecuencias sean catastróficas.
• Privarse de momentos agradables.
¿Qué hacer?
• Se debe enfrentar el problema.
• Se debe reconocer que hay un problema. Y sobre todo se debe estar consiente de querer salir de él.
• Platicar con alguien es una excelente forma de desahogarse y expresar todo lo que tiene guardado. Para ello, debe contar con alguien que sea de confianza y que tenga la capacidad de aconsejar de forma adecuada.
• Escribirlo, también resulta buena idea.
Beneficios de olvidar:
• Se adquiere sabiduría y experiencia.
• Se aprende de los errores.
• Se adquiere la capacidad para aconsejar a otros.