Analizar fríamente la situación hasta encontrar una solución, lamentablemente en momentos de ofuscación mental, pareciera que todas las respuestas están negadas y solo aparecen más y más dudas, es necesario calmarse, porque de lo contrario la desesperación puede hacer presa rápidamente a alguien provocando su llanto.

El llanto es la manifestación por excelencia para demostrar angustia, pesar y en general malestar, pero el hacer de toda la vida un drama que impulsa directamente a llorar, no es el punto, más bien se debe tener la suficiente inteligencia para resolver las distintas situaciones antes que tratar de solucionarlas llorando y dejándose llevar por la desesperación.

Recomendaciones para no llorar por todo:

• Valorar cada momento de la vida, sin preocuparse por lo que viene, y peor aun fatalizando lo que aún no sucede.

• Tratar en la medida de lo posible mantener el control, no dejarse llevar por la desesperación y llorar, aunque si esto significa destensarse del mal momento, es recomendable hacerlo.

• Buscar el apoyo de la familia, la pareja o los amigos para enfrentar aquellas cosas difíciles, las cargas más difíciles son más tolerables entre varios.

• En un caso muy necesario acudir a alguna asociación del tipo espiritual para fortalecer el espíritu decaído.

• Acudir con un buen terapeuta para superar los tragos amargos de la vida que han dejado una huella imborrable.