Los efectos beneficiosos que tiene la actividad física sobre el corazón son reconocidos ampliamente.
Los estudios muestran que el ejercicio:
• Disminuye la grasa corporal y, simultáneamente, el colesterol, sobre todo el LDL o malo.
• Del mismo modo ayuda a bajar la tensión arterial y tiende a hacer el cuerpo más sensible a la insulina, por lo que el organismo no tiene que fabricar tanta.
El cardiólogo considera que, para notar sus beneficios, "el ejercicio no debe ser muy intenso, sino regular. Lo recomendable es que lleve el corazón a 110-120 pulsaciones por minuto, lo que se consigue andando rápido a buen paso, durante 30 ó 45 minutos, tres veces por semana. Si queremos hacer un ejercicio más intenso, lograremos mejorar la forma física, pero para prevenir un problema de corazón es suficiente con una actividad moderada. A partir de los 40 ó 50 años hay que consultar al médico antes de hacer ejercicio".
Actividad física y corazón
La actividad física regular beneficia al corazón porque:
• Hace a los músculos más eficientes a la hora de extraer oxígeno y nutrientes de la sangre. Cuando los músculos están en condiciones, el corazón puede bombear menos sangre para que llegue a todo el cuerpo.
• Aumenta la capacidad de bombeo. En realidad, se produce un aumento en el tamaño del corazón; así, envía más sangre con cada latido y no precisa bombear con tanta frecuencia.
• Contribuye a prevenir los coágulos sanguíneos, que pueden causar tanto ataques al corazón como apoplejías.
• El resultado global es un índice menor en la frecuencia cardiaca y, a su vez, un menor desgaste en el sistema cardiovascular.
Sedentarismo y corazón:
• Por otra parte, con el aumento de la vida sedentaria, se ha registrado un incremento de las enfermedades cardiacas.