El ser humano se desarrolla en el vientre de la madre. Al cabo de nueve meses de gestación, la madre lo da a luz, es decir, los pare, arrojándolos fuera de su tibio refugio y, entonces, inicia su ciclo vital como individuo autónomo. Pero ¿Cómo ocurre todo ese proceso?
Proceso de reproducción humana:
• La reproducción depende del encuentro de dos elementos fundamentales: el espermatozoide y el óvulo. El espermatozoide se encuentra en una sustancia denominada semen (semilla) y es el producto masculino; el óvulo (huevo) es el producto femenino. El óvulo, contenido en el ovario de la madre, madura periódicamente en espera de recibir el semen del padre. El semen es inyectado en el vientre femenino por medio del órgano sexual masculino. El acoplamiento solo tiene lugar entre dos individuos adultos en posesión del semen, por una parte, y del óvulo apto para ser fecundado, por la otra. Tan pronto como el espermatozoide que en el Hombre tiene la forma de microscópicas bastoncitos, provistos de cabeza y cola, se encuentra con el óvulo, que es enorme en comparación con los bastoncitos, penetra en él a través de la membrana que lo reviste. El óvulo es una de las células más grandes del cuerpo humano y, al ser fecundado por el elemento masculino, da origen al nuevo ser. Su diámetro es de casi una décima de milímetro y se le ve a simple vista. Su núcleo está dentro de una sustancia que se llama citoplasma.
• A partir de la fecundación, en el citoplasma se realiza una continua multiplicación de células. Poco a poco, crece el óvulo y se desarrolla el nuevo ser, al que alimenta la misma sangre de la madre, rica en sustancias nutritivas y en oxígeno. Después de un mes, el nuevo ser, que aún no está formado y por eso se llama embrión, tiene apenas cinco milímetros de longitud; su aspecto es el de un capullo de vidrio que flota en un líquido incoloro, y está ligado a la madre por medio de un cordón a través del cual pasan los vasos sanguíneos.
• En el embrión no se puede distinguir ninguna forma humana, excepto los ojos, que aparecen como círculos más oscuros. El embrión crece con rapidez. Al cabo de seis semanas ya mide un centímetro y medio, y comienzan a formarse en el los brazos y las piernas.
• Para entonces, ya tiene en funciones un corazón y un hígado, constantemente abastecidos de sangre. A las ocho semanas, el embrión mide dos centímetros y medio y tiene todos los órganos, que poco a poco se irán desarrollando en el niño. Por este tiempo ya es posible distinguir en el embrión: un rostro humano y los ojos con sus parpados entrecerrados; los dedos de las manos como botoncitos a punto de abrirse; y los pies, que ya comienzan a moverse.
• A partir de entonces, el embrión, sujeto a su cordón umbilical (cuyo corte formará el ombligo) y bien protegido por la membrana de su saco amniótico, espera a que termine su formación.
• Desde el momento en que establecieron contacto el espermatozoide del semen y el óvulo del ovario, hasta que termine la formación del embrión, transcurrirán nueve meses.
• Pasado este tiempo, el nuevo ser tendrá una longitud de 35 a 40 centímetros, manos y pies enteramente formados, y uñas en los dedos. Además, su piel tendrá la resistencia suficiente para soportar el ambiente externo.
• Es así, como se lleva a cabo el proceso de formación del ser humano.