Después de estar en el vientre en una oscuridad total, el recién nacido necesita de un corto periodo de adaptación, ya que sus ojos son hipersensibles a la luz.
• Si bien es cierto que ya está en condiciones de poder ver, pero todavía tiene una visión borrosa de todo lo que lo rodea. Aún no tiene la capacidad de dirigir ambos ojos hacia una misma cosa y no puede enfocar a diferentes distancias.
• Por lo que solo puede distinguir formas imprecisas en distintas tonalidades de gris y su mirada solo alcanza una distancia de 25 centímetros, siendo el rostro humano, y especialmente el de su mamá, su forma preferida.
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¿CÓMO ES LA VISTA DE LOS BEBÉS?
A los dos y hasta los tres meses
• Con el paso del tiempo, la luz le molesta menos. Su alcance visual todavía es limitado, pero la mayor movilidad de la cabeza lo ayuda. Ya está en condiciones de seguir con la mirada personas y cosas en movimiento.
• A partir de su décima semana empieza a interesarse por las distintas partes del rostro humano y distingue los ojos, la nariz y la boca, que si es ancha y le sonríe, lo anima a dar grandes carcajadas y a patalear.
• De momento, solo distingue algunos colores, como el rojo, el azul y el verde, y le atraen los colores vivos y los contrastes luminosos muy intensos.
A los cuatro y hasta los seis meses
• Aquí su sistema visual del pequeño ya se encuentra a mitad de su desarrollo. Los ojos están perfectamente coordinados y su visión de los colores es prácticamente la misma que la de los mayores.
• A partir del quinto mes, su vista puede alcanzar varios metros y su habilidad se afina más, en el momento de enfocar las imágenes.
• De igual forma ha mejorado su coordinación entre ojos y manos; al estirar el brazo, logra agarrar el objeto deseado al primer intento y cada vez pasa menos tiempo observándose las manos o concentrando su atención en los juguetes o en detalles más pequeños.
• Ya reconoce el rostro de sus padres y de otros familiares.
A los siete y hasta los nueve meses
• Cierra y abre los parpados de una forma regular y se está completando la maduración tanto de los ojos como de todo su aparato visual. Tiene una vista de 5 décimos, que puede compararse a la de una persona miope que no use lentes.
• Esta es la razón por la que el pequeño, gracias también a la facilidad que le proporciona su discreta capacidad motora, prefiere examinar los objetos de cerca.
A los diez y hasta los doce meses
• Poco a poco, el pequeño va adquiriendo una visión tridimensional.
• Asimismo empieza a comprender qué es la distancia y la profundidad, y se da cuenta de que un juguete sigue siendo el mismo, aunque lo aleje o lo ponga en un plano espacial distinto.