La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Se encarga de funciones múltiples e imprescindibles.
Descripción de lo que hace cada una las principales funciones de la piel:
Absorción:
• A través de la piel se absorben diversas soluciones grasas o alcohólicas con fines curativos o de limpieza.
• Asimismo se puede rehidratar la piel cuando se le aplican diversos productos cosméticos que la hidratan o nutren.
Reguladora de la temperatura:
• A través de la transpiración, se mantiene la temperatura adecuada del cuerpo.
• Se logra a través del sudor que escapa, disminuyendo la temperatura corporal o, en el caso contrario, permitiendo que esta no descienda demasiado cuando hace frío, por medio del cierre de los folículos pilosos que se encuentran diseminados por la superficie de la piel.
Respiratoria:
• Por medio de las células de la piel, se absorbe el oxígeno del aire.
• Esta absorción resulta selectiva, pues impide el paso del gas carbónico y del vapor con agua.
Almacenamiento:
• Por medio de esta función, es posible almacenar agua y grasa de manera que cuando el organismo requiere de estas sustancias se pueden aprovechar las importantes reservas que en ella se acumulan.
Protectora:
• Esto hace que la capa ácida (pH) que recubre la piel impida el paso de infecciones microbacterianas.
• También protege al cuerpo de las variaciones extremas de temperatura y del ataque de otro tipo de agentes externos, tales como el viento, el sol o las temperaturas extremosas.
Sensorial:
• Esta es una función que permite percibir a través de las terminales nerviosas que se encuentran en las capas intermedias de la piel, las diversas sensaciones táctiles del medio ambiente, como el calor, el frío, el dolor, el contacto, la presión o la punción.