Son fármacos que actúan sobre un proceso inflamatorio generado por nuestro organismo como mecanismo de defensa ante un factor agresivo conocido o desconocido. Tienen efecto analgésico y antipirético (que bajan la fiebre).
Función:
• Bloquean la síntesis de prostaglandinas, unas sustancias que ejercen de mediadores celulares, y que entran en acción cuando una parte del cuerpo es agredida, lo que provoca hinchazón, enrojecimiento y dolor.
Buenos para:
• Son efectivos en enfermedades inflamatorias agudas o crónicas como la artritis reumatoide, la artrosis o la gota.
• Igualmente actúan en procesos inflamatorios puntuales como esguinces, tendinitis, flemones o dolores menstruales.
Tiempo de respuesta:
• Actúan de forma rápida calmando el dolor al reducir la inflamación.
Efectos secundarios:
• Molestias gastrointestinales.
• Nauseas.
• Vómitos.
• Gastritis.
• Vértigo.
• Dolor de cabeza.
• Fatiga.
• En determinados casos, úlcera gástrica y trastornos renales.
Consejos:
No te automediques.
• No utilices cualquier antiinflamatorio como analgésico.
• Recuerda los efectos secundarios que pueden tener a nivel gastrointestinal.
• Consulta a tu medico.
Contraindicaciones.
• No debes mezclar estos fármacos con anticoagulantes orales diuréticos, sales de litio y medicamentos pare bajar la tensión.