¿Qué es la adolescencia?
• Adolescencia (lat. adolescentia). Periodo de la vida comprendido entre las edades infantil y adulta; en él se incluye, generalmente, la pubertad, que constituye su primera fase.
¿Cuándo inicia la adolescencia y cuando termina?
• La adolescencia se inicia a distinta edad según el sexo (hacia los 13 años en los hombres, y hacia los 11 en las mujeres) y persiste mucho más tiempo (casi tres años) en los primeros.
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Cambios físicos en la adolescencia del hombre y la mujer
• Durante este periodo de la vida surgen, en ambos sexos, unas modificaciones muy evidentes, que deben atribuirse a la madurez y, por lo tanto, al funcionamiento de los órganos sexuales (ovario y testículos, respectivamente).
» En el sexo femenino la madurez de la célula del huevo comporta la aparición del ciclo menstrual, y con ello se afirman los caracteres sexuales secundarios (desarrollo de la glándula mamaria y de los genitales externos, aparición del vello pubiano y axilar).
» En el sexo masculino la madurez sexual se alcanza con la espermatogénesis (esto es, paso de la célula sexual desde su primitivo estadio de espermatogonio al de espermatozoide), que motiva unas mutaciones somáticas no menos evidentes (vello en el pubis y en las axilas y más tarde en el rostro, engrosamiento y desplazamiento de los genitales).
• El crecimiento, tras un rápido incremento prepubescente, experimenta, durante la pubertad, una mayor lentitud, a la que se atribuye la diferencia de estatura que normalmente se registra entre los dos sexos: en efecto, la maduración sexual se verifica más precozmente en la mujer que en el varón.
• Por otra parte, durante la fase de la pubertad, el crecimiento se efectúa casi siempre en anchura (a nivel de la pelvis en la mujer y de los hombros en el varón); como consecuencia, al combinarse el desarrollo muscular con el óseo, el adolescente adquiere un aspecto exterior completamente distinto de la delgadez desgalichada o de la obesidad fofa que tenía en la fase prepubescente.
• Desde el punto de vista médico, durante este periodo, el adolescente necesita una aportación nutritiva proporcionada a las mayores necesidades de su organismo en crecimiento, así como un equilibrio indispensable para corregir su genérica condición de inestabilidad. Contribuirán a hacerle alcanzar este equilibrio unos adecuados periodos de reposo, y, en los límites de lo posible, un ambiente familiar capaz de resolver serenamente todos los problemas (especialmente los que atañen al carácter) que se le puedan plantear.
• Una vez superada la pubertad propiamente dicha, se registra una progresiva evolución hacia la edad adulta: aumento lento, pero constante, de la estatura: desarrollo de las masas musculares; aumento de la resistencia fisiológica, etc.
Cambios psicológicos en la adolescencia
• El crecimiento durante la pubertad precede e influye en la evolución del comportamiento del adolescente. El fenómeno de la adolescencia, pese a repetirse en cada generación, sorprende siempre a los padres y a los educadores.
• En efecto, los trastornos de carácter, aunque constituyen una parte integrante de la crisis de la adolescencia, son a veces tan intensos, cuando no francamente patológicos, que inducen a los padres a consultar al médico o al psicólogo.
• Lo que más destaca en el adolescente en crisis es su extremada inestabilidad, por la que continuamente oscila entre sentimientos antagónicos: con rapidez desconcertante pasa de la oposición más abierta a la pasividad; de unos sentimientos de inferioridad y autodesprecio a los sentimientos de superioridad: de la timidez a la insolencia; de la generosidad a la villanía; de las tendencias místicas a otras hacia una existencia disoluta; de la alegría al disgusto por la vida; del terror a la muerte a las tentativas de suicidio, y ello por motivos a menudo insignificantes.
• Esta crisis, llamada de excentricidad juvenil, aunque adquiere características diferentes en la jovencita y en el muchacho, posee en ambos el mismo significado: se encuentra sometido a discusión el propio yo, partiendo de la misma metamorfosis física que conduce al descubrimiento de nuevas emociones y a la sexualidad adulta.
• Son tres los elementos dominantes de esta evolución: el desarrollo de la sexualidad y la búsqueda de un objeto idóneo; la independencia, en ocasiones subrayada por la oposición a los criterios aceptados por la familia y por la sociedad, y vinculada al intento de someter a discusión las figuras paterna y materna, que hasta entonces se habían visto con ojos y espíritu infantiles, y, por último, el retorno al narcisismo, a consecuencia del redescubrimiento de una imagen de sí mismo más autónoma en el ámbito de la comunidad adolescente y en la perspectiva de una responsabilización sobre el destino propio.