Las primeras en mostrar las señales del desgaste diario son las manos. Por eso hay que prestarles mayor atención, especialmente en los meses fríos, que es cuando más se resecan, enrojecen e incluso agrietan. Nada mejor que un "baño" en aceite para repararlas y protegerlas.

Consejos para tener manos bellas y en buen estado:

El tratamiento es sencillo y muy hidratante.

• Consiste en sumergir las manos durante 20 minutos en un recipiente con aceite de almendras dulces tibio al que le habrás añadido, especialmente si tus manos están irritadas, unas gotas de aceite esencial de lavanda.

• Puedes hacer este tratamiento un par de veces a la semana o con más frecuencia si notas que tus manos están especialmente castigadas tras un día frío y ventoso.

• Si es así, te aconsejamos que inmediatamente después del tratamiento te apliques crema a la caléndula, te ira muy bien por sus cualidades suavizantes, hidratantes y descongestivas ideales para usar sobre las pieles sensibles.

• En cambio, para la protección y el cuidado diario prefiere las cremas de manos que lleven karité por su capacidad para actuar sobre la piel como un filtro protector de las inclemencias ambientales.