Se debe a diferentes factores que desencadenan una producción desequilibrada de melanina. Esta se acelera y da lugar a pigmentaciones excesivas localizadas, como:

• Las excesivas exposiciones al sol
• El envejecimiento
• Ciertos cambios hormonales


Hay esencialmente tres tipos


Melasmas o cloasmas

• Se ubican a ambos lados de la cara.
• Por lo regular guardando curiosa simetría, frente y labio superior.
• En este tipo el primer culpable es la luz solar, aunque puede decirse qua se deben simplemente a la exposición a la luz visible diaria.

Tratamiento:
• Para tratarlas evita totalmente la luz visible, no solo la solar.

Lentigos solares

• Principalmente salen en el dorso de las manos, aunque también en la cara, el escote y en el antebrazos, zonas que protegemos menos del sol.

• Generalmente hacen su aparición alrededor de los cuarenta años y son una manifestación del fotoenvejecimiento, un daño solar crónico resultado del sol que llevamos tomando desde nacimos.


Tratamiento:
• Para impedirlas, lo más recomendable es usar igualmente cremas con un factor de protección alto.
• Otra opción es quitarlas con procedimientos destructivos: frio (congelación), calor (electrocoagulación), laser o química (acido tricloroacético).


Couperosis
• Son las manchas de color rojo, son frecuentes en mujeres con piel clara y fina.
• Se trata de diminutos vasos sanguíneos qua ante climas extremos se dilatan hasta derivar en pequeños granitos rojos.

Tratamiento:
• Se disimulan con maquillajes de preferencia en la gama de los rosas ya que las unificaran al tono de la piel.
• También existen sticks correctores en color verde y cuya finalidad es matizar la zona para aplicar mejor el maquillaje.