Esta
dolencia se debe a la presencia de sustancias nocivas o incluso tóxicas en los tejidos musculares
que, por otra parte, pueden estar muy bien desarrollados.Causas:

• Una mala alimentación.
• Un desfuncionamiento de algún órgano digestivo.
Tratamiento:
Tratamiento 1
• Una infusión a base de romero, anís verde, melisa, corteza de frángula, corazoncillo, abedul y diente de león.
• Se mezcla todo en partes iguales.
• Se pone casi una cucharada de esta mezcla por cada taza de la infusión.
• Beba cuatro tacitas al día.
Tratamiento 2
• Infusión de genciana, una pizca; corteza de frángula, un puñado; hinojo, un puñadito; raíz de bardana, un puñadito; melisa, un puñadito; levístico, una pizca.
• Se mezcla todo.
• Se pone una cucharadita de la mezcla por taza de decocción, que tendrá lugar durante 10 minutos.
• Se beba dos tazas al día.