Hay ciertos casos en que es necesario inducir el trabajo de parto, de hecho, alrededor de una tercera parte de las futuras mamás se les debe inducir el parto. Las razones principales son las siguientes.
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¿Cuándo se induce el parto?:
• Cuando el embarazo se ha alargado una o dos semanas más de la fecha en que se supone que había de nacer el bebé.
• Cuando la salud del feto esté en problemas y ya es lo suficiente maduro como para poder sobrevivir fuera del útero.
• Es recomendable cuando la mamá padezca alguna enfermedad crónica o aguda que ponga en riesgo su vida o el del bebé.
• Cuando existen problemas con la placenta, ya sea porque no funcione de forma óptima o el medio ambiente uterino ya no es saludable.
• Cuando se ha roto prematuramente la fuente.
• Cuando la mamá padece preeclampsia y que esta es intratable.
• Cuando el feto padezca de alguna enfermedad grave por incompatibilidad de Rh.
• Cuando la mamá es diabética y la placenta se está deteriorando prematuramente o cuando se teme que el bebé será muy grande (sólo si ya es la fecha en que nazca).