Algo especial es tener una sonrisa súper blanca. Para conseguirla debes poner manos a la obra de inmediato.

• Acude con un dentista para que te realice una limpieza a tondo. Así terminaras con menos posibles bacterias.

• Pídele que te aplique un blanqueador profesional. Los tratamientos suelen tomar una hora en el consultorio. Luego te mandará a casa con un molde y gel para que uses en tu casa por media o una hora al día por 14 días.

Los resultados pueden variar, pero al menos conseguirás que tus dientes luzcan hasta tres veces más blancos que antes.

• Otra opción es recurrir a las banditas blanqueadoras, que suelen ser más baratas pero, tal vez, menos efectivas.

• Tras el blanqueamiento tal vez experimentes sensibilidad en dientes y encías, así que trata de hacer este tratamiento de cuatro a dos semanas.

• De esta forma no sufrirás por lo que tengas que comer o beber el gran día que quieras lucir tu blanca sonrisa.