• Las hojas comiéndolas frescas, mitigan la sed febril y la ocasionada por ejercicios violentos.

• Templan el calor del cuerpo y particularmente el de los intestinos y vías urinarias y corrigen los ardores de orina.

• La lechuga en ensalada es un alimento agradable y fresco, capaz de oponerse a la propensión que tengan los humores a la putrefacción.

• Las cataplasmas de lechuga cocidas son muy emolientes ( que ablandan).

• Son laxantes.

• Remineralizante.

• Calmantes.

• Oxidantes.

• Eupépticas, es decir, fácil de digerir.

• Combaten la voluptuosidad y el insomnio.

• El jugo de lechugas crudas es el mejor que existe para trastornos nerviosos, combate el histerismo, neurastenia y la epilepsia.

• Es especialmente indicada en la avitaminosis (falta de vitaminas en el organismo) porque es muy rica en vitaminas.

• El caldo de lechugas hervidas corrige los trastornos intestinales y calman los dolores.

• El mismo caldo es especial en las neuralgias.

• Calma los nervios y muy recomendable para las personas que padecen de insomnio.