Conforme va pasando el tiempo, nuestra fisonomía es la encargada de manifestar los efectos de la edad, e inevitablemente ocasiona la aparición de las arrugas, debido principalmente por la exposición al sol, por sonreír, fruncir el entrecejo y por la atrofia de los tejidos.


Como se forman

Los tejidos que reposan bajo la piel y la mantienen comienzan a perder opulencia y elasticidad, lo cual provoca pequeñas arrugas que comúnmente conocemos como patas de gallo, sin olvidar que también se acentúan las líneas de expresión en el entrecejo, frente, etc.


Como se clasifican

Por su aspecto morfológico se dividen en Primarias, Secundarias y Terciarias.

Las Primarias
• Corresponden a un hundimiento lineal que interrumpe la uniformidad de la superficie cutánea, dejando en los bordes dos esquemas morfológicos diferentes; bordes suaves que se encuentran en las zonas faciales donde la piel está gazada y de bordes a pico, comienzan siendo arrugas finas y superficiales, pero progresivamente se van profundizando, como las patas de gallo, las arrugas finas de las mejillas, las arrugas frontales, etc.


Las Secundarias
• Son consecuencia de la prominencia visible de uno o ambos bordes, acentuando la profundidad inicial, semejándose a un pliegue cutáneo. Se encuentran generalmente en la región nasogeniana y en la labiogeniana o comisural.


Las Terciarias
• Son de aparición tardía y como consecuencia de una ptosis cutánea, producto de su propio peso; se observan exclusivamente en una piel excedente que ha perdido su elasticidad y tonicidad. Se pueden encontrar en la región mentoniana, la frontal, periorbicular (patas de gallo), nasogeniana, labiogeniana o cornisural.


Otra forma de clasificar las arrugas


Otra manera de clasificar a las arrugas es según el modo de formación y fisiología y se pueden dividir en arrugas de:

• Expresión, arrugas o pliegues producto de la ptosis o flacidez

• Arrugas de elastosis actínica severa

• las arrugas producto del envejecimiento, ligadas a la edad