La composición interna del hueso está formada por tres tipos de células:


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Osteoblastos.

Localizadas cerca de la superficie de los huesos, estas células formadoras de hueso producen la matriz de colágeno que se endurece en capas delgadas de hueso.


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Osteocitos.

Los osteoblastos eventualmente quedan atrapados dentro del hueso que crean, y entonces se llaman osteocitos. Su principal función es mantener el tejido óseo.


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Osteoclastos.

Los osteocitos trabajan junto con los osteoclastos. Estas células usan la acidez y acción de las enzimas para descomponer el tejido óseo. Lo hacen al liberar calcio del hueso para usarlo en cualquier otra parte del cuerpo, o para remover hueso dañado por el uso diario o fracturas. Entonces, los osteocitos y osteoblastos reparan el daño.