Un deseo que prácticamente todos queremos es el de tener una “pancita” normal, o mejor aún, tonificada y esbelta, pero por qué nos sale la panza, por qué cuándo nos damos cuenta ya estamos panzones, y qué podemos hacer para evitar estar panzón o panzona, o bien para bajar esa panza que no luce nada bien cuando ya está muy grande. No estar panzones tiene ventajas interesantes, seguro que piensas en varias, precisamente por eso no queremos estar así.

¿Por qué estoy muy panzón o panzona?

• Tener hijos o la edad.

• La falta de ejercicio y el sedentarismo.

• Subir y bajar de peso constantemente.

• Dietas inadecuadas.

• Alimentación no balanceada y por no tomar agua.

• Comidas rápidas, con exceso de grasa.

• Desorden de horarios para comer, saltarse el desayuno y las comidas.

• Mala digestión o metabolismo lento.

• El estrés y las preocupaciones.

¿Qué hago si estoy muy panzón o panzona?

• Toma agua. Es importante que bebas por lo menos 2 litros de agua, porque te ayudara a metabolizar las grasas acumuladas y sirve para limpiar el tracto intestinal.

• Evita el consumo excesivo de sal. Así evitas la retención de líquidos y la inflación del vientre.

• Frutas y verduras. Además de nutrirte, limpian el organismo.

• Aliméntate sanamente. Come proteínas, carnes magras, lácteos descremados, cereal integral y alimentos con fibra.

• Evita el alcohol.

• No comas muchas harinas refinas, pasteles, golosinas, pan dulce, frituras, botanas, alimentos fritos, embutidos, empanizados, etc.

• Bebe té. Disfruta de los tés pero sin azúcar.

• Come despacio. Mastica bien y no tragues los alimentos, porque si lo haces así también tragas aire que te inflamara el estómago.

• Masajes. Masajea tu estómago en sentido circular con alguna crema para este fin.

• Haz ejercicio. Esto es indispensable que te ejercites, además de abdominales, debes hacer ejercicios aeróbicos como: andar en bici, caminar, correr, nadar, bailar, etc. Muévete siempre, sube escaleras, camina al trabajo o la escuela, haz tu quehacer de la casa, etc.