La consecuencia más visible es el pago por el servicio de luz que se incrementa, en ocasiones de manera escandalosa, cuando bien se podría reducir a una cantidad moderada e incluso mínima.
Por otro lado, la consecuencia de la que poco se habla y a veces, como consumidores, no nos damos cuenta es la destrucción de nuestro medio ambiente al depender en su mayoría del uso de recursos no renovables.
• Para producir energía eléctrica se requiere de combustibles fósiles que generan, entre otros efectos, la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2), gas que causa contaminación y el efecto invernadero.
• Las plantas nucleares generan emisiones radiactivas y residuos nucleares, estos últimos tardan más de 200.000 años en dejar de ser contaminantes.
Algunas otras consecuencias por desperdiciar la luz eléctrica:
• Se gasta de manera innecesaria energía eléctrica que bien podría ser utilizada por otras personas, pero debido a la demanda del servicio no es posible cubrir las necesidades de toda una concentración de gente.
• La energía eléctrica en ocasiones pareciera reducirse a solo oprimir el apagador para disponer de su luz, su fuerza para mover los distintos electrodomésticos, y hasta hacer funcionar varias herramientas de trabajo, en una palabra, es indispensable, y su carencia significa quedarse literal y figurativamente hablando a oscuras.
• Para lograr proporcionar el servicio a comunidades lejanas se requiere de una gran inversión, infraestructura y recursos económicos, materiales y humanos para que al final solo sea desperdiciada.
¿Qué hacer para no desperdiciar energía eléctrica?
• Para que la energía eléctrica sea aprovechada al máximo se necesita tener una instalación en forma, misma que será puesta por un profesional en electricidad, esto a fin que no sea derrochada por un mal cableado eléctrico.
• Una buena instalación eléctrica también evitara incidentes que lamentar tales como incendios, sobrecargas, echar a perder electrodomésticos, e incluso recibir descargas eléctricas.
• No prender focos que no se estén usando, así como cambiarlos por focos ahorradores.