Fumar es uno de los hábitos más dañinos que existen. Fumar causa cáncer, enfermedades cardiacas, enfisemas pulmonares, ulceras pépticas, impotencia, infertilidad, sube el colesterol, daña y mancha la piel, provoca arrugas en la cara y perjudica los sentidos del gusto y el olfato… pero además, puede afectar el estado nutricional, ya que el monóxido de carbono que se inhala provoca la pérdida de vitaminas antioxidantes, como la A y la C. Esto independientemente de la cantidad de cigarros que se fume (si al que fuma “poco” se le destruyen estas vitaminas, cuanto no más a los que fuman empedernidamente).
La situación se agrava, si el fumador no tiene por costumbre consumir alimentos ricos en vitaminas A y C.
• Alimentos con vitamina C: naranja, limón, kiwi, mandarinas, piña, fresas, toronja, lima, lichis, guayaba, papaya, melón, pera, aguacate, chile pimiento, chiles verdes, col, pápalo, espinaca, acelga, quelite, rábanos…
Así pues, fumar y fumar, y no comer ninguna fruta o verdura (y hay gentes que no lo hacen) hace más susceptible a la persona a enfermarse y dañar su salud.
¿Qué hacer?
• Si es fumador aumente la ingesta de los alimentos antes mencionados.
• Sin embargo, lo mejor sería prescindir de este nocivo hábito. Que a nadie beneficia y si perjudica a todos.
Recuerde, que es su salud la que está en juego, de la nutrición viene la salud. Alguien mal nutrido tendrá problemas y alguien que lleve a cabo una buena nutrición tendrá una mejor calidad de vida.
No al cigarro.