La arteriosclerosis es el endurecimiento de las arterias por la alteración de la estructura de sus paredes, provocando trastornos circulatorios en los adultos y sobre todo en los ancianos, las arterias tienden a ser menos elásticas, por lo que disminuye su eficacia para transportar la sangre oxigenada por todo el cuerpo, además en las mismas arterias se pueden formar depósitos de minerales y grasas, que al engrosar sus paredes, contribuyen a hacerlas menos elásticas y obstruyen el paso de la sangre, provocando que el corazón sea bloqueado y este producirá un ataque cardiaco.


Si está comprometido el flujo de la sangre al cerebro, se registrará un ataque de apoplejía, independientemente de su causa, es posible intervenir eficazmente para frenar o controlar la enfermedad, y un medio activo y eficaz consiste en evitar la acumulación del colesterol, ingiriendo alimentos que no lo contengan como los derivados de la soya.