Herencia.
• Si bien es cierto que podemos hablar de una tendencia genética, de la misma manera es importante el patrón de conducta aprendido en casa, ya si crecimos en un entornó depresivo, es muy probable que lo incorporemos a nuestra vida.


Estrés.
• Se debe principalmente a eventos que cambien dramáticamente el ritmo de la vida, como puede ser la pérdida de un trabajo o en cuestiones afectivas, que pueden desatar la aparición de la depresión.


Medicamentos.
• El use frecuente de ciertos fármacos para controlar la presión arterial, como los somníferos y a veces los anticonceptivos, pueden provocar síntomas de depresión.

Enfermedades.
• Padecer una enfermedad crónica aumenta el riesgo de desarrollar depresión.
• Existe una relación entre la depresión y la enfermedad cardiaca, la cuestión es que aún no se ha determinado cual genera a la otra.
• Del mismo modo la disminución en el actividad de la glándula tiroides es asociada a la depresión.


Personalidad.
• Lo que son altamente dependientes, autocríticos o pesimistas, suelen ser fácilmente influidos por el estrés, lo que aumenta el riesgo de depresión.


Consumo de alcohol y drogas.
• Aparte de de los estragos bioquímicos que tienen en el organismo, la dependencia y adicción a estas sustancias, por si misma, es un factor desencadenante de depresión por el estado que produce.


Dieta.
• La deficiencia en ácido fólico y vitamina B-12 pueden causar síntomas de depresión.
• Del mismo modo también el alto consumo de azúcar refinada puede agravar estados de ansiedad.