El acto de sonreír o el de reír es, primero que nada, una manifestación externa del entendimiento y, luego, de la felicidad o alegría que sentimos dentro. ¡Con cuánta razón se dice que nuestro rostro es un espejo en el que se reflejan los sentimientos del alma!
• Un total de veinte pequeños músculos faciales se mueven cuando reímos:
» Los músculos del occipital y del frontal en la parte superior de la cabeza.
» Los músculos auriculares en las orejas.
» Los orbiculares que rodean los ojos y cubren los parpados.
» Los orbiculares de la boca y los llamados risorios, porque mueven las comisuras de la boca cuando reímos.
» Los que levantan y bajan las comisuras de la boca, el labio superior y el labio inferior y los músculos que mueven la nariz.
» Todos estos músculos se ponen en movimiento para que el rostro cambie con una sonrisa.
• Con la risa cambiamos el ritmo regular de la respiración: acortamos las inspiraciones y alargamos las aspiraciones.
• Cuando la risa es prolongada experimentamos fuertes dolores musculares.