El Helicobacter se contrae cuando entra al cuerpo a través de la boca y pasa a su tracto digestivo. Normalmente el estómago crea un ambiente muy hostil para cualquier bacteria, pero el Helicobacter Pylori en especial se adapta a sobrevivir en el estómago.

Esta bacteria produce una enzima o sustancia que amortigua el efecto del ácido del estómago para poder vivir ahí sin ningún problema.


Asimismo, mucha gente contrae el Helicobacter desde la infancia y persiste hasta la edad adulta, pero también se puede contraer a la edad adulta.

De igual forma puede ser contraída por contacto con materia fecal, por ejemplo cuando la gente no se lava las manos después de ir al baño y maneja alimentos.

Estas formas de transmisión ocurren más frecuentemente en condiciones de vida no adecuadas, individuos con mala higiene o donde el agua está contaminada y no es potable.