El corazón de pollo es una de las partes que casi nadie come, de hecho muchos nunca en su vida lo han probado y probablemente nunca lo probarían. El corazón de pollo es comestible y está catalogado dentro de las llamadas menudencias o viseras, pero en sí no es malo comerlo.

Existen muchas formas de prepararlo (en diversos guisos, en pastas, en arroz, en brochetas…), pero regularmente se incluyen junto con las demás menudencias (mollejas e hígado). En cuanto a su carácter nutricional podemos decir que son muy aceptables y no hay razón para descartar su consumo.

Aporte nutricional (100 gramos de corazón de pollo):

• 149 calorías.
• 15 g de proteínas.
• 9 g de grasa.
• 136 mg de colesterol.
• Vitaminas A y del complejo B.
• En minerales especialmente el hierro, pero también contiene calcio, potasio, magnesio, fósforo, zinc, sodio y cobre.

Mucho se ha hecho énfasis a que las menudencias son altas en colesterol y grasas, la realidad es que no es así, hay muchos productos no naturales muchísimo más altas que ellas y más perjudiciales. Siempre los excesos son malos, pero una ración justa no es perjudicial, por lo contrario uno se puede ver beneficiado con sus nutrientes.

Otros beneficios y propiedades del corazón de pollo:

• Son económicos, aunque suelen venderse junto con el resto de menudencias.
• Benefician la salud de los ojos y los huesos.
• Son una buena fuente de hierro.
• Tiene acción antioxidante.
• El corazón de pollo es bueno porque gracias a la vitamina B ayuda a mantener el sistema nervioso en buenas condiciones, ayuda a producir energía, participa del crecimiento celular y es necesaria para la producción de hormonas y enzimas.

En general, contienen nutrientes que ayudan al buen funcionamiento de muchos de los procesos en el cuerpo. Incluya corazón de pollo de vez en vez en su dieta.