Son varias las causas por las que una persona tiende a retener líquidos. Lo más usual es que se dé únicamente en las piernas, y suele deberse a una simple cuestión de gravedad. Allí la circulación necesita más fuerza para funcionar bien y cuando se da un mínimo desajuste, como pasar muchas horas sentada o de pie, puede provocar la retención.
Cuando se localiza de igual forma en la parte superior del cuerpo puede deberse a:
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Una cuestión genética.
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Un mal funcionamiento del riñón, lo que ocasiona una falta de proteínas en el organismo.
El sistema renal se altera y no permite eliminar todo el líquido y la sal acumulada. Esto ocurre con mayor frecuencia entre las personas que siguen tratamientos con cortisona.•
Un desajuste hormonal.
Durante el ciclo menstrual, por ejemplo, es habitual que se retengan líquidos.•
Trastornos del hígado.
Se hincha el vientre y los párpados inferiores, al igual que las piernas.•