Como todas las cosas en la vida, el vivir cerca de la playa implica un placentero amanecer y atardecer junto al mar, pero también soportar climas extremos y fenómenos meteorológicos.

Pero debido al contacto directo con la naturaleza, se pueden enumerar más beneficios que perjuicios y en caso de presentarse estos últimos es por falta de costumbre a la vida en el mar.

Lo bueno de vivir en la playa:

• Disfrutar de los frutos propios de los climas cálidos de la costa, así como los productos del mar, además que, ventaja adicional, siempre se encontraran frescos y a bajo costo en relación a una ciudad lejana al mar, donde son caros y puestos en refrigeración.

• Observar puestas del sol, similares a las de fotos, pero vistos todas las tardes de manera directa y con todo su encanto.

• Lo mismo pasa con las mañanas llenas de luz, parecieran ser más brillante y calurosas, lo cierto es que son sumamente agradables.

• Disponer de agua, playa por lo que los deportes acuáticos y actividades playeras son inminentes.

• Encontrarse en medio de una especie de huracán turístico, por lo que se encuentra en el centro de toda la acción.

Desventajas de vivir en la playa:

• Calor agobiante, sobre todo para las personas que provienen de regiones frías, les parecerá demasiado riguroso.

• Deshidratación rápida, por lo que consumir líquidos deberá ser preponderante.

• Descomposición de alimentos, prácticamente tras permanecer unos momentos sin refrigeración, por lo que su conservación en un buen refrigerador es vital.

• Uso permanente de ropas ligeras, así como de calzado fresco, por lo que atuendos formales simplemente no se ven bien, además que son incomodos en extremo.

• Soportar lluvias torrenciales y huracanes, estos últimos deberán ser tomados con precauciones, pues suelen golpear primeramente las costas con toda su fuerza destructora, por lo que el desalojo es la medida precautoria que impondrán las autoridades, por no mencionar, incomodidades posteriores como falta de energía eléctrica, alimentos e inundaciones.