Es una enfermedad nerviosa, cuyas motivaciones todavía no son plenamente conocidas, aunque se supone que la causa se debe a un cambio del ritmo de reposo del cerebro.
Claro esta, en contra de las antiguas creencias, la epilepsia no revela, en modo alguno, ninguna deformidad cerebral o locura.

Síntomas:

• Los ataques suelen ser bruscos, algunas veces el afectado puede sufrir de mareo poco antes.

• Los músculos se ponen rígidos, la mirada adquiere gran fijeza.
• Hay cese en la respiración, y la falta de oxigeno produce la cianosis, o sea que la tez se pone morada.
• Posteriormente, en la segunda fase, el atacado se relaja y contrae de manera convulsiva y hay movimientos violentos en las articulaciones.

• Retorna la respiración.

• El paciente produce saliva, que mana de la boca, a veces con sangre si se ha mordido la lengua.

• Puede haber vaciado involuntario de la vejiga de la orina.

• Más adelante, pasados casi un minuto, el paciente se relaja y entra en un coma del que sale lentamente.

Tratamiento:

• Es preciso tomar purgantes ligeros frecuentemente, a fin de que el paciente no sufra jamás de estreñimiento.

• Posteriormente, se da una dosis de bromuro potásico en agua azucarada o en un infusión de tila o valeriana.

• La dosis de bromuro no excederá jamás de dos gramos por la mañana y otros dos por la tarde. De la tila o valeriana, se toman un puñado por taza de infusión.

• No obstante que haya mejoría a los pocos días hay que continuar este tratamiento, aunque diminuyendo gradualmente la dosis de bromuro potásico.