Cuando una persona se somete a dietas inapropiadas en las que experimenta bajas súbitas, su organismo es el primero en resentirlo. Las consecuencias de querer perder peso rápido son las siguientes.
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Efectos negativos de bajar de peso drásticamente:
• En muchos casos hay una descompensación, llegando en ocasiones a presentarse daños cardiacos o perdidos de sodio y potasio que deshidratan a la persona.

• Se presenta el “efecto yo-yo”, si no se tiene cuidado, todo el peso que se perdió, se puede volver a recuperar y en algunos casos multiplicado. En palabras sencillas, se vuelve a engordar.
• El metabolismo se vuelve lento.
• Causa cansancio y fatiga.
• Falta de concentración e inteligencia.
• Riesgo de padecer anemia.
• Una pérdida de peso muy agresiva a veces generan flacidez y estrías.
• Además, si se trata de dietas que además de restringir la comida, exigen la ingestión de ciertos “medicamentos” o alguna hormona que modifica el funcionamiento de la tiroides, pueden ocasionar daños cardiacos irreversibles e incluso la muerte.
• Mentalmente causa desánimo y hasta depresión.
Lo mejor no bajar de peso rápidamente, sino llevar una vida sana, con una alimentación balanceada y con actividad física que ayuden mantener el peso correcto de forma permanente.