Si, este antioxidante combate de forma eficaz los radicales libres retrasando el envejecimiento y es excelente para el sistema inmunológico. Pero no solo eso, la vitamina C también tiene otros beneficios sobre la salud:

• La vitamina C también actúa como antiséptico, manteniendo los tejidos, las articulaciones y los ligamentos protegidos contra la inflamación.

• Es eficaz contra el reblandecimiento y sangrado de las encías.

• Promueve la absorción de hierro y la acumulación de este mineral en la médula ósea, el bazo y el hígado.

• Ayuda a mantener la resistencia a las enfermedades bacterianas y virales.

• Ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre.

• Participa en la producción de las hormonas antiestrés, y contribuye a convertir los aminoácidos en sustancias necesarias para el funcionamiento de los nervios.

• Es necesaria en la formación de dientes y huesos, en el mantenimiento de unos capilares sanguíneos sanos, en la salud y buen funcionamiento de los órganos sexuales, y actúa incluso como antihistamínico en la prevención de las reacciones alérgicas.

• Esta vitamina tan versátil es primordial para la producción de colágeno, la proteína del tejido conjuntivo de cuerpo, es decir, aquel que soporta, rodea o separa tejido u órganos más especializados, de modo que es algo así como el tejido de relleno del organismo.

• La vitamina C suaviza el aspecto de la piel y mejora el resplandor del tono apagado por el envejecimiento; así como también intensifica la síntesis de colágeno, proporciona más firmeza y elasticidad cutánea.


Como no producimos vitamina C, es necesario incluir en nuestra dieta diaria este antioxidante, como una excelente manera de conservar sus células en forma.

Fuentes de vitamina C:

• En todos los cítricos, fresas, pimientos, coles crudas, perejil, papas, verduras, grano entero de cereales, plátanos, etc.