El intestino flojo o atónico, quiere decir, falto de vigor y tonicidad, no reacciona con la dieta líquida, sino que necesita alimentos más o menos ásperos para su estimulación funcional. Este órgano trabaja cuando los alimentos ejercen cierta compresión sobre sus paredes internas, produciéndose así el fenómeno muscular y nervioso llamado peristaltismo, esto es, la contracción necesaria para empujar y expulsar la materia fecal.
Un intestino flojo causa digestiones difíciles o lentas.
¿Qué es bueno para el intestino flojo?
• Lleve una dieta que contenga bastante volumen en materias celulosas, como la que proporciona el pan integral, las verduras crudas y las frutas con su piel, muy especialmente las ciruelas secas.
• Del mismo modo se puede activar desde el exterior la buena funcionalidad muscular del intestino por medio del ejercicio físico y las frotaciones del vientre con agua fría.