Si bien tener gases es algo natural y que forma parte del proceso digestivo en algunas ocasiones pueden llegar a ser muy molestos, provocar hinchazón y dolores abdominales, e incluso ponerte en una situación comprometida.
Causas de la aerofagia:
Tener una vida con mucho estrés llevar una dieta poco equilibrada es una suma que aumenta las posibilidades de padecer aerofagia. La aerofagia se produce cuando hay un exceso de gases en el intestino que hace que se hinche el abdomen. Estos gases proceden en su mayoría de los que ingerimos al comer y beber, pero también son producidos por la acción de nuestra flora bacteriana.
• Comer demasiado deprisa hace que traguemos más aire del normal al comer, y puede provocar una mala digestión.
• El exceso de alimentos ricos en carbohidratos, las bebidas gaseosas, las legumbres o la pasta poco cocidas también suelen propiciar este problema.
• Además, algunos antibióticos también pueden desequilibrar la flora intestinal.
• Ciertos alimentos pueden provocar flatulencias: las legumbres , el brócoli, el repollo, la coliflor, las alcachofas la cebolla, el melón, la sandía o las nueces.
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Tenga cuidado, pues si los síntomas son muy intensos o vienen acompañados de nauseas o vómitos, un dolor abdominal intenso o reflujo gástrico hacia el tórax es mejor acudir al medico, que automedicarse.
Cómo prevenir la aerofagia:
• Masticar más despacio mejora la digestión y el riesgo de sufrir gases.
• No hagas comidas demasiado copiosas y evita los platos demasiados grasos.
• Reduce los chicles y los dulces de colores, contienen sorbitol que produce hinchazón.
• Evita las bebidas carbonatadas, incluso los refrescos light.
• Un té de hinojo o de anís ayuda a reducir los gases tras la comida.
• Dar un paseo después de comer alivia la sensación de pesadez.
• No te acuestes recién comido.