Antes de tomar una decisión es conveniente reflexionar si en verdad se quiere un tatuaje o piercing pues este tipo de prácticas puede considerarse mutilación o lesión de la piel. Por ello, es importante revalorarlo, pues la piel es el órgano que cubre y protege todo lo que el cuerpo tiene en su interior, y cualquier daño sobre ella alteraría su función.

Algunas recomendaciones para aplicarte un tatuaje:

Si toma la decisión es preciso buscar a un profesional que tenga un establecimiento autorizado con las regulaciones emitidas por la Secretaria de Salud, que exigen medidas de higiene, además:

• Tener aplicada la vacuna antitetánica.

• No estar cursando ningún tipo de enfermedad o infección al momento de tatuarse o hacerse el piercing. El hecho de padecer aunque sea un resfrió o dolor de muela, implica que la persona tiene el sistema inmunológico debilitado. Cualquier elemento extraño que se incorpore al organismo aumenta esa inmunode-presión.

• Verificar que el procedimiento se lleve a cabo sobre la piel sana, sin quemaduras, reacciones alérgicas ni enfermedades dermatológicas crónicas.

• Verificar que el procedimiento se lleve a cabo con guantes, material desechable y esterilización de instrumentos.

• En el caso del tatuaje, comprobar que se usen tinturas vegetales. Si se trata de colocar un aro, preferentemente que sea de oro, plata o acero quirúrgico.

• Realizar las curas hasta que el proceso inflamatorio normal de la piel ceda.

• Para quienes ya tengan una perforación y sea reciente se debe mantener pulcra la herida, lavando suave y diario con un antiséptico no alcohólico ni peróxido. Evitar la manipulación del arete o joya que se utiliza, y si el orificio es en la lengua habrá que hacer enjuagues antisépticos y tomar un antiinflamatorio; tampoco es recomendable usar ungüento o crema antibacterial.

• Si se presenta algún tipo de irritación o complicación después del proceso es necesario acudir al médico para evaluar el tipo de lesión y darle el manejo adecuado.