Es una creencia errónea pensar que los productos lácteos, y principalmente la leche, deben ser evitados debido a su alto contenido de grasas. Sin embargo, es bueno consumir productos lácteos a pesar de que esto es completamente cierto, además, los productos lácteos tienen un gran porcentaje de proteínas, calcio, vitaminas (entre ellas la D) y fósforo (este último es muy necesario para la constitución ósea y el sistema nervioso) indispensables para el buen desarrollo de nuestro cuerpo. Así que, por tal razón las guías alimentarias recomiendan y muestran lo necesario de tomar leche y sus derivados.
De hecho, la leche y sus derivados (productos lácteos) deben formar parte de una dieta bien balanceada, pero al mismo tiempo se puede controlar su alto porcentaje de grasas.
¿Qué hacer?
- Consuma leche descremada (baja en grasa), yogurt, requesón y el suero de la leche que son grandes fuentes nutritivas, esenciales para nuestro organismo y que a la vez son bajos en calorías.
- En cuanto al queso, existen unos que contienen más calorías que otros, y si usted se disciplina para consumirlos en pequeñas cantidades, no tendrá que privarse de ellos.
- Si es alérgica a la lactosa, opte por los productos deslactosados.
Aún más de porqué es necesario consumir lácteos:
- Los lácteos aportan proteínas que contienen los aminoácidos esenciales para los tejidos.
- Son una excelente fuente de calcio.
- Se recomienda tomar productos lácteos porque proveen vitaminas A y D, riboflavina y fósforo, que trabajan juntos para promover la salud de los huesos.
¿Qué pasa si no toma lácteos?
- No tomar lácteos elimina una de las mejores fuentes de calcio y eleva el riesgo de ganar peso, alta presión sanguínea, osteoporosis, cáncer de colon y hasta de mama.