El cólico es la causa principal del largo y continuado llanto que no responde a ninguno de los métodos de consuelo.El cólico también se conoce como “cólico de los tres meses”, pero este nombre no es muy apropiado para el bebé que la mayoría de las veces lo empieza a tener en las tres primeras semanas después del nacimiento y lo sufre hasta cerca de los tres meses de edad. El nombre alternativo, “cólico vespertino”, describe mejor el síndrome como el problema que ocurre exclusivamente durante un período particular de la tarde. El patrón típico de comportamiento en el “cólico vespertino”, a menudo surge lentamente después de un par de semanas. Es sencillo suponer que el bebé está intranquilo o angustiado por la tarde debido al cólico, cuando en realidad su indisposición se debe a alguna otra causa. Puede ser que el niño este incómodo o que la cantidad de leche materna descienda por la tarde y él se quede con hambre.
Síntomas para saber si el bebé padece “cólico vespertino”:
• No puede tranquilizarse después del último alimento de la mañana o el primero de la tarde. Llora tan pronto como termina de comer, o se queda dormido pero despierta llorando en el transcurso de una hora.
• Su llanto es bastante diferente de cualquier otro que tenga durante el día. El bebé parece frenético y fuera de sí. Levanta las rodillas por encima del abdomen y parece tener un dolor de abdomen agudo.
• Cualquier cosa parece ayudar un poco durante pocos minutos, pero nada detiene el llanto por completo o durante un largo periodo. Por ejemplo, el bebé deja de llorar si se le carga, pero empieza de nuevo cuando se le acuesta.
• Eructa y se tranquiliza pero llora otra vez. Succiona furiosamente por unos momentos, después suelta el pezón y llora todavía. Arroparlo estrechamente lo apacigua durante algunos minutos: luego, súbitamente enloquece de nuevo. Se relaja por unos pocos minutos si ustedes lo acuestan boca abajo sobre sus rodillas, pero luego forcejea y llora.
• La mayoría de los “ataques” agudos son espasmódicos. En los intermedios el bebé este débil y sosegado. El episodio complete puede durar más de tres horas.
• El mismo patrón se repite espontáneamente todas las tardes hasta que termina por completo de manera tan súbita como empezó.
Un bebé no padece “cólico vespertino” si:
• No puede tranquilizarse después del último alimento de la mañana o el primero de la tarde, pero entonces su llanto es exactamente igual que el de otros momentos del día. En tal caso no hay cólico; la situación es solo parte del comportamiento intranquilo del recién nacido.
• El bebé llora por la tarde quizás más que en otros momentos del día, pero toma su comida y se tranquiliza. No tiene cólico, solo hambre. Tal vez este hambriento debido a la disminución vespertina de la leche materna. Llora, eructa y se tranquiliza. No tiene cólico; aire, nada más.
• El bebé llora por la tarde, se calla cuando se le carga y permanece feliz mientras este en brazos, pero llora de nuevo cuando lo ponen en la cama. No padece cólico, solo tiene necesidad de contacto físico, comodidad y compañía.
• Llora en abundancia por la tarde algunos días, no todos. No es cólico si no sigue un patrón regular.