Hay ocasiones que no existen riesgos de curarse a sí mismo, obviamente estamos hablando en circunstancias que está prácticamente al alcance de todo mundo, es por eso que enlistamos 3 ejemplos cuándo si podemos curarnos y cuándo debemos ir con nuestro médico.
Cortaduras y rasguños:
Para curar algunos de estos casos con aplicar un antibiótico tópico y cubrir con un bandita es suficiente.
Fiebre:
Tomando una aspirina o paracetamol de un día a dos. Ponerse compresas frías o un baño de agua tibia ayuda a desaparecer los escalofríos de la fiebre.
Ir al doctor si: La fiebre se eleva a más de 390 c o si sigue ya después de 72 horas, hay más síntomas que podrían descubrir algo más serio, como una neumonía o una infección de riñón.Quemaduras:
En caso de alguna quemadura (leve por supuesto) refresca inmediatamente la superficie con hielo o con agua fría. Si duele poco no será necesario aplicar algo, o poniéndose una crema para quemaduras, que se venden sin ninguna receta.
Acudir al doctor si: La quemadura te duele en extremo, comienza a hacerse una ampolla y es el del tamaño de una moneda, o bien la zona que la cubre se torna roja o te duele, tal vez se te haya infectado.
Sin embargo, esto solo son tres situaciones, existen muchas más, claro está que siempre será ampliamente recomendable ir al doctor y con más razón si son situaciones más fuertes.