Los efectos negativos del consumo excesivo de sal sobre el cuerpo no son siempre inmediatos, sino que se van acumulando poco a poco a lo largo de los años:

• Los riñones tienen que trabajar más de lo normal para poder eliminarla y, al final, terminan estropeándose.

• Asimismo, al existir acumulación de sal, se retiene más cantidad de líquidos, éstos incrementan el volumen de sangre, y la tensión arterial se eleva y acaba por dañar el corazón y el sistema circulatorio en general.


Por tales razones, hay que ser moderados con su ingesta, aunque hay que tener cuidado con muchos alimentos procesados, pues son productos que en su elaboración se les añade un cierto porcentaje de sal. Por ello, es preciso acostumbrarse a leer las etiquetas, aunque en algunas no se menciona la sal como tal, sino el contenido en sodio.