Las grasas insaturadas son las “buenas" porque reducen el colesterol, protegen contra la arteriosclerosis y contra el envejecimiento de la piel. Existen dos tipos de grasas insaturadas.
1.- Ácidos grasos monoinsaturados:
• Pueden ser sintetizados por el organismo.
• Reducen el colesterol malo y aumentan el bueno.
• Bajan la presión arterial y disminuyen el riesgo de infarto y trombosis, es decir, son un protector frente a las enfermedades cardiovasculares.
• Los últimos estudios señalan que si sustituyen los ácidos grasos saturados por los monoinsaturados, el colesterol total no varía. Se eleva el colesterol HDL (colesterol bueno) y desciende el LDL (colesterol malo).
Fuentes de grasas monoinsaturadas:
• Aceite de oliva. Cacahuate. Aceitunas. Pistaches. Almendras. Nueces. Aguacate.
Anuncios:
2.- Ácidos grasos poliinsaturados:
• No pueden ser sintetizados por el organismo y se obtienen solamente a través de la alimentación, por lo que se denominan ácidos grasos esenciales.
• Aquí encontramos los omega-3 y omega-6, que ayudan a reducir el colesterol, evitar accidentes cerebrovasculares y reducir la presión arterial.
• La cantidad recomendada de ácidos poliinsaturados, en general, en torno al 7-8 por ciento de las grasas totales de la alimentación diaria.
» Los omega-6: Su función principal es formar parte de las membranas de las células y del sistema nervioso. Su mejor beneficio es que reducen el colesterol total, bajando considerablemente el malo y en menor medida el bueno.
Fuentes de omega-6: abundan en los aceites de semillas (girasol, maíz y soja).
» Los omega-3: Reducen los niveles de triglicéridos en sangre y promueven la formación de sustancias vasodilatadoras y antiagregantes plaquetarios, ejerciendo, por lo tanto, un efecto protector sobre las enfermedades cardiovasculares (infarto, angina de pecho...).
Fuentes de omega-3: están presentes en el pescado azul (caballa, sardina, salmón, arenque, boquerón, atún y pez espada) y también en los aceites (colza, soya, cártamo, linaza, girasol y trigo).